HECHOS DE LOS APÓSTOLES- 3

12. Entonces volvieron a Jerusalén  desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca  de Jerusalén, camino de un día de reposo.


El Monte de los Olivos está ubicado en el Valle de Kidrón, al este de Jerusalén, según la Biblia, era el sitio donde Jesús, conforme a su tradición se hospedaba en Jerusalén, y es considerado uno de los lugares más Sagrado de la Tierra Santa, también se encuentra ubicada la Iglesia de Getsemaní, en la cual Jesús frecuentaba para realizar sus Oraciones. Incluso se encontraba allí el día en que fue arrestado.

El Monte de los Olivos toma su nombre de los Olivos que pueblan sus laderas, y en su falda se encuentra jardines de Getsemaní, también es un lugar de muchos eventos bíblicos importantes. También se nombra como el lugar desde el que Jesús Ascendió al Cielo.

La distancia entre Jerusalén y el Monte que se llama de los Olivos es “Camino de un día de reposo” El Judaísmos del primer siglo tenía muchas restricciones respeto a lo que se podía y no se podía hacer durante el sábado, para no violar el mandato que prohibía trabajar ese día, una de ellas era que la persona solo podía recorrer pequeñas distancias el sábado, como de un kilómetro.

 

 

En el Libro de Zacarías, el Monte de los Olivos identificado como el lugar donde  Dios comenzó a redimir a los muertos al final de los tiempos, por esta razón los judíos siempre han intentado ser enterrados en la montaña y desde los tiempos bíblicos hasta hoy el monte se ha usado como cementerio para los Judíos de Jerusalén.

 

Éxodo 16:29  Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.

 

Éxodo 31: 13-15 “Tú hablaras a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardareis mis días de reposo porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardareis el día de reposo porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá;  porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo. Seis días se trabajará, más el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo ciertamente morirá.”

 

Éxodo 31:16-17 “Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo  día ceso y reposó.”

 

Éxodo 35:2-3 “Seis días se trabajará, más el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno morirá. No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo”

 

Éxodo 20:8-11” Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajaras, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposo en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó”

 

Éxodo 31: 13-15 “Tú hablaras a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardareis mis días de reposo porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

 

Deuteronomio 5:12-15 “Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el  séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tú sierva, ni tu buey tú asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo”


13. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraba Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomas, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.


Los Apóstoles que vieron a Jesús subir al cielo eran: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el hijo de Alfeo, Simón el Celote y Judas el hijo de Santiago. Todos ellos se ausentaron del Monte de los Olivos y caminaron como un kilómetro, hasta llegar de nuevo a Jerusalén. Cuando llegaron a la casa donde se hospedaban, se dirigieron a su cuarto.

 

El Evangelio de Lucas 24:52, describe que el regreso de los seguidores de Jesús a Jerusalén se realizó con gran gozo, solo había el camino de un Sabbath (Es el Séptimo día de la semana. Siendo a su vez el día Sagrado de la semana Judía).

 

Éxodo 16.29-30  “Mirad que Jehová os dio  el día de reposo,  y  por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estese, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. Y así el pueblo reposo el séptimo día.”

 

Los once estaban unánimes, se notaba un gran contraste con el celo exhibido antes de la crucifixión, cuando cada uno quería ser el mayor, en San Mateo 20:24 hace referencia: “Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos.”

Jesús trato con ellos después de la resurrección y en especial con pedro, todos habían sido restaurados y habían recibido una nueva Misión, ya no albergaban conflictos ni celos entre ellos, todos tenían una sola mente y estaban unánimes.

Todos perseveraban en Oración y Ruego, después de este acontecimiento quedaba incluida la fidelidad a la asistencia al templo todos los días por la mañana y por la tarde en la hora de la oración y también la perseverancia en  el aposento alto, que era su lugar central. Se mantenía un ambiente de oración y alabanza, fueron su ocupación principal.

 

 

Lucas 24:53 “Y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.”

 

En aquellos momentos, la actitud de los Apóstoles y de los Creyentes era una actitud de unidad, de oración y de espera, probablemente el Aposento Alto fuese el mismo lugar donde se preparó la cena del Señor.

 

Lucas 22: 11-12 “Y decid al Padre de familia de esta casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis Discípulos? Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad allí.”

 

Salmo 55:16-17”En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía orare y clamare, Y él oirá mi voz.”

 

Marcos 14:15 “Y él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad para nosotros allí.”

 

14. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.


María estuvo presente en el aposento alto con los discípulos y las otras mujeres fieles, esperando la llegada del Espíritu Santo. Ella sabía que su hijo estaba vivo, pero más importante aún es que sabía que era su salvador. María perteneció al primer grupo de creyentes.

Jesús le confió a María Magdalena la tarea de anunciar su resurrección a los apóstoles. Jesús confiaba en las mujeres, por eso las eligió para que anunciaran su resurrección.

En todos los Evangelios se menciona a las mujeres y seguidores de Jesús como testigo de la crucifixión.

 

Perseveraban unánimes en Oración, oraban unos por otros, sentían el dolor de sus hermanos, sea familiar o en Cristo, siempre estaban dispuestos en el momento que se requería, no buscaban pretexto para no reunirse.

 

Mateo 27:55-56 “Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole, entre los cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. 

 

Marcos 15:40 “También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madres de Jacobo el menor y de José, y Salomé,”

 

Lucas 23:49 “Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.”

 

Lucas 19:25 “Estaban junto a la Cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena.”

 

Mateo 27:61 “Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.”

 

Marcos 15:47 “Y María Magdalena  y María Madre de José  miraban donde lo ponían.”

 

Lucas 23: 55-56” Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y como fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento.”

 

Lucas 8:1-3 “Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que había salido siete demonios, Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.” 


15-16. En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: Varones Hermanos, era necesario que se cumplieses la Escritura que el Espíritu Santo hablo antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús.”




Vemos a Pedro convocando la primera reunión  de la Iglesia, después de la Ascensión de Jesús, informando que era necesario que aconteciera el arresto de Jesús, lo cual Judas lo entrego a los Principales Sacerdote y a los Ancianos del Pueblo, mas todo esto sucede para que se cumpliera la Escritura de los Profetas.

 

Judas Iscariote fue uno de los Apóstoles de Jesús de Nazaret, siguió a su maestro durante su predicación por Judea y Galilea y, según los Evangelios Canónicos, fue el Apóstol Traidor que reveló a los miembros del Sanedrín el lugar donde podían capturar  a su Maestro sin que sus seguidores interfiriesen, tal como lo había anunciado el propio Jesús durante la Última Cena.

 

Mateo 26: 14-16 “Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregare? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.”

 

Lucas 22:19-21 “Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Más he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa.”

           

El Nombre de Judas siempre ha sido sinónimo de Traición, Falsedad y Maldad.

 

Marcos 14: 43-46 Luego, hablando él aún, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espada y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que y besare, ése es; prendedle, y llevadle con seguridad. Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro., Maestro. Y le besó. Entonces ellos le echaron mano y le prendieron.” 

Pedro había recobrado completamente la confianza y la autoridad tras la noche de sus negaciones y estaba ahora cumpliendo en Mateo 16:19 “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”

Mateo 10: 4 “Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entrego.”

Mateo 26:54 ¿Pero cómo entonces se cumplirán las Escrituras, de que es necesario que así se haga?

Mateo 26: 56 “Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los Profetas. Entonces todos los Discípulos, dejándole, huyeron.”

17 Y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio.


Judas Iscariote era contado para el Ministerio, pero por su traición, por treinta piezas de plata entrego a Jesús, entonces Judas arrepentido por haber entregado a un inocente arrojo las piezas de plata en el templo ante los principales  sacerdotes y los ancianos del pueblo, salió y se fue con el remordimiento de culpabilidad por su traición  y se cuelga, probablemente con su cinto, este se rompe o se suelta de la rama y su cuerpo se precipita contra las rocas, con lo que queda reventado, su cuerpo cayó al romperse la cuerda.

La conciencia de  los principales sacerdotes no estaba en paz acerca de estas treinta piezas de plata; las rehusaron afectando considerarlas como el precio de la traición y compraron en su nombre el Campo del Alfarero. (Acéldama), Campo de Sangre, es un pequeño terreno de Jerusalén, que antes de la muerte de Cristo se llamaba Campo del Alfarero, este terreno es comprado por los sacerdotes con el dinero devuelto por Judas Iscariote, quienes lo destinaron a Cementerio de Extranjeros, ya que considerándolo Precio de Sangre, y por tanto contaminado, no podía dedicarse a Sepultura de Judíos.

Mateo 27:3-5 “Entonces Judas, el que había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.

Juan 6: 64 “Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quienes eran los que no creían, y quien le había de entregar.”

Juan 6: 71 “Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.”   

Juan 12:4-6 “Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraída de lo que se echaba en ella.”

Juan 13:2 “Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón que le entregase,” 

Juan 13:26-30 “Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquel es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto. Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió porque le dijo esto. Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diese algo a los pobres. Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche.”

Deuteronomio 23:18 No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro.”

 









 


18-20. Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron. Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir campo de sangre. Porque está escrito  en el libro de los Salmos: sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella; y: Tome otro oficio.


Judas Iscariote fue uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret, siguió a su maestro durante su predicación por Judea y Galilea y según los Evangelios canónicos, fue el apóstol traidor que revelo a los miembros del Sanedrín el lugar donde podían capturar a su Maestro sin que sus seguidores interfiriesen, tal como lo había anunciado el propio Jesús durante la última Cena.

Judas Iscariote era hijo de Simón; aunque era uno de los doce para el apostolado, traicionó a su Señor, recibe el nombre de Iscariote para distinguirlo del otro apóstol que también se llamaba Judas. A juzgar por su carácter parece indudable que siguió a Jesús con vista a las ventajas materiales que obtendría gracias al establecimiento del Reino mesiánico. Sin dar nombres, Jesús hizo frecuentes alusiones a la futura traición de uno de los doce.  A Judas le había sido confiado el cuidado de la bolsa común pero se dio a la avaricia; traiciono la confianza de sus amigos apropiándose de una parte del dinero.              

Mateo 26:14-16 “Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaban la oportunidad para entregarle.”

Lucas 22:19-23 Y tomo el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomo la copa diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, y por vosotros se derrama. Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado! Entonces ellos empezaron a discutir entre sí, quien de ellos sería el que había de hacer esto.”

Juan 6:70 “Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es el diablo?

Lucas 6:16 “Judas hermano de a Jacobo, y Judas Iscariote, que llego a ser el traidor.”

Juan 17:2-3 “Y también Judas, el que le entregaba, conocía  aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos. Judas, pues tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, con armas.

Lucas 22:3-6 “ y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce; y este fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría. Ellos se alegraron, y convinieron en darle dinero. Y él se comprometió, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo.” 

Juan 17:12 “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo lo guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.”

Mateo 10:4 “Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.  

 

 

 

 

Orar es hablar con Dios y decirle lo que sientes, Él conoce lo que hay en tú corazón y por lo que estás pasando, antes de tú abrir tu boca Él ya sabe todo, pero es importante confesarlo delante de Él.

 

 

 

ORACION DE SALVACION

 

 

 

“Amado Dios, acepto a Cristo, ahora mismo como único y exclusivo Salvador de mi alma. Te acepto Jesús, públicamente; no me avergüenzo de ti; perdona mis pecados. Entra a mi corazón. Cambia mi vida. Lávame en tu sangre, y ayúdame a que persevere, firme en tu camino, firme en la Iglesia. Que sea bautizado y que sea lleno del Espíritu Santo. Escribe mi nombre en el Libro de la Vida. Te amo, Jesús. Gracias Jesús, creo en ti y soy salvo ahora. Tu sangre limpió mis pecados. Amen.

 

 

Mi correo es: elisacardona59@Hotmail.com