Daniel 1: 8 “Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino, que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse”
Hebreo 13:4 “Honroso sea en todo el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”.
Génesis 2:18 “Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”
El matrimonio para Dios es sagrado y ha establecido normas estrictas para sus hijos en lo referente al matrimonio.
Pueden existir circunstancias que provoquen o conduzcan una infidelidad en el matrimonio pero no existe nada que justifique la infidelidad. Una infidelidad lo único que trae son problemas, para la pareja y para sus hijos.
El adulterio es un serio problema y cuando se comete estamos violando la ley de Dios. Así como el matar es un problema muy serio así es el adulterio y es de esta manera como Dios lo mira.
Las promesas son juramentos hechos a Dios. En los tiempos de esclavitud de Israel, el Faraón rompió su promesa con Moisés, delegado por Dios y cayó un fuerte castigo sobre toda la tierra de Egipto Éxodo 9: 27-34 No se agota aquí la seriedad de las promesas entre Dios y los hombres; el Libro del Levítico nos dice: “cumplirás a Dios tus juramentos” y esto mismo lo repite Jesús en el Evangelio de Mateo 5: 33,37, desaconsejando prometer en vano.
Éxodo 9: 27-35 “Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y Aarón, y les dijo: He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impío. Y viendo Faraón que la lluvia había cesado, y el granizo y los truenos, se obstinó en pecar, y endurecieron su corazón él y sus siervos. Y el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel, como Jehová lo había dicho por medio de Moisés”
Mateo 5:33,37 “Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, si no cumplirás al Señor tus juramentos. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede”
Santiago 5:12 “Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; si no que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación”
Mateo 5:34 “Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios”
La Biblia es el Libro del Amor, ella nos revela que revela que “Dios es amor”, con esta reflexión, podemos hacer un reconocimiento de que así es, para ello contemplemos algunos pasajes que nos revelan que es el Libro del Amor y que nos habla del “Amor de Dios” y que “Dios es Amor”
1Juan 4:8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”
1 Pedro 4:8 “Y Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
1 Juan 4:9 “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”.
Aquí hay que orar al Señor que a través del Espíritu Santo nos traiga a la memoria que juramentos hemos hecho por los cuales estamos atados. Ej. TE AMARE TODA LA VIDA, LA NUNICA MUJER EN MI VIDA ERES TÚ y le juro amor eterno a esa novia o a ese novio, luego no se caso con ella si no con otra y no ha podido ser feliz y cundo tiene problemas busca a su ex novia u antiguo amor para quejarse y hablar mal de su esposa. Estos juramentos traen ataduras en el alma.
Hay que orar para que el Señor revele en que juramentos de amor o que otras cosas nos hemos atado.
Hay juramentos con sectas, mantras, con la nueva era, con ídolos, promesas de mazonería, rosacruces, espiritistas. Etc. En la medicina a los estudiantes hacen juramentos Hipocrático (Hipócrates. Los Griegos lo llamaban el padre de la medicina con este juramento va a otros dioses, que ellos nombran como Apolo esculpió y todos los que curan incluyendo Gregorio Hernández ( El medico ce los espiritistas).
COMO RENUNCIAR A LAS PALABRAS DE MALDICIÓN
Padre en el Nombre de Jesús cancelo toda palabra y todo juramento con los cuales me haya atado (si se acuerda que palabras o juramentos ha hecho, en oración dígalos _______________________, me arrepiento y te pido perdón coloco este pecado bajo tu Sangre, me desato en espíritu , Alma y Cuerpo y le ordeno a todo espíritu de maldición que salga de mi vida en el Nombre de Jesús, porque soy herencia en Cristo estoy con él en lugares celestiales y mi cuerpo es templo del Espíritu Santo. Renuncio a todo contacto que haya tenido con sectas consiente e inconscientemente, renuncio a toda maldición adquirida o heredada y me declaro libre en el nombre de Jesús.
Padre en el Nombre de Jesús, te pido perdón por toda palabra de maldición o necia que yo haya proferido contra mi hijo(a), esposa(o), familia, personas lejanas o cercanas, creyentes o inconversos. Cancelo todo poder de maldición a través de mis palabras y declaró bendición aún aquellas personas que me han dañado, herido abusado de mí de cualquier manera, las bendigo y desato sobre ellos bendición. Gracias Señor por perdonarme. Mateo 5:43-48.
Pídale al Señor que traiga a la memoria que personas propias o extrañas han dañado con sus palabras y pida perdón.
Mateo 5:43-48 “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijo de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir el sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿Qué recompensa tendréis ¿ ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
NUNCA MÁS
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